Vaya
jaleo que ha armado la Academia Valenciana de la Lengua con su
Diccionario y la definición de catalán. Yo, con todos los respetos
pero con firmeza debo decir que difiero totalmente de los académicos,
y difiero por lo que expongo a continuación.
Antes de 1936 todos teníamos muy claro que el catalán, el
valenciano y el balear o mallorquín eran lenguas distintas
procedentes de un mismo árbol pero ramas distintas con frutos
distintos unos de otros, como consecuencia de injertos lingüísticos
como consecuencia de la convivencia con moriscos en el caso del
valenciano y de con navegantes de otras naciones en Baleares. Nos
entendíamos muy bien unos con otros aunque el mallorquín era en más
enrevesado y con trabas para su entendimiento.
Tortosa es una comarca catalana que limita con Valencia, muy
importante, con poblaciones como Santa Bárbara, Amposta, San Carlos
de la Rápita y otros. Tiene Cámara de Comercio, Obispado y otros
organismos importantes. En 1928 el Ayuntamiento de Tortosa y el resto
de los organismos publicaron un libro titulado “Tortosa y su
comarca” y en el se lee: “Los tortosinos quieren distinguirse de
las comarcas vecinas y con orgullo exclaman: “Somos Tortosinos, ni
catalanes ni valencianos y no hablamos ni catalán ni valenciano
hablamos el tortosí” (‘Som
Tortosins, ni catalans ni valencians y no parlem ni català ni
valencià, parlem el tortosí”.).
El 3-2-2006 leo en la prensa que Marta Cid, entonces consejera de
Educación de la Generalitat, dice que al ser de Amposta habla un
catalán “diferente”. ¡Y tan diferente! Como que no es catalán,
al ser de Amposta es tortosina y habla tortosí, pero ahora éste,
como otros muchos, no existen, son una variedad de catalán. La AVL
en su Diccionario dice: “TORTOSÍ 2. Variedad del catalán hablada
en la región de Tortosa”.
La
AVL en su Diccionario dice: “CATALÁ. 2. Lengua románica hablada
en Cataluña, …la ciudad sarda de Alguer…”. Pues bien, el
14-11-1991 un periódico de Valencia publica lo siguiente: “Soy un
ciudadano italiano que ha venido a vivir a Valencia (...) Yo soy de
una ciudad de Cerdeña que se llama Certilla, entre Cagliari y
Alghiero. En Alghiero se habla la misma lengua que los valencianos
con algunas palabras diferentes cambiadas por la lengua sarda. Los
alguerenses también discuten si su lengua es alguerés o catalán,
cuando todos saben que esta lengua la han traído los valencianos
hace muchos siglos”. Después de varias gestiones conseguí
cartearme con él y en su carta, entre otras cosas, me decía que en
Alghiero/Alguer Cataluña estaba haciendo una gran campaña para
inculcar que lo que allí se hablaba era catalán y que su bandera
era la catalana, pero que todos sabían que lo que ellos hablaban era
valenciano y que la bandera era la de Valencia, sin la franja azul
para que no fueran iguales y que eso, lengua y bandera, la habían
llevado allí marineros o pescadores valencianos. Siento haber
extraviado la carta porque me serviría para convencer a los
incrédulos.
Recuerdo haber leído algo allá cuando el principio de nuestra
democracia, según lo cual había cierto enfrentamiento en el
gobierno autónomo y la universidad de Valencia sobre que si el
rector consentía que se enseñase filología (creo era eso) catalana
en vez de valenciana, y que el rector alegó que el gobierno de la
Generalitat les subvencionaba espléndidamente, cosa que no hacía el
de Valencia. “Por dinero baila el can…”.
Por
lo que se ve, hoy en día hay un montón de lenguas que antes eran
distintas y ahora o son catalán o derivadas del catalán y cosas
pertenecientes a otros y ahora pertenecen a Cataluña, por lo menos
eso dicen ellos.
La
rapiña y el afán depredador de Cataluña no tiene límites y no se
limita solo a las lenguas sino a otros muchos aspectos, y se apropian
y hacen suyo cuanto les interesa, por ejemplo: Se han apropiado del
Archivo de la Corona de Aragón, archivo considerado, junto con el de
Indias y el de Simancas, como uno de los archivos generales de
España. Este archivo de Aragón, que está en Cataluña,
teóricamente está regido por un patronato formado por el Ministerio
de Educación y Cultura, representantes de Cataluña, de la Comunidad
Valenciana, de Aragón y de Baleares, pero no ha sido convocado nunca
por Cataluña ni creo haya intención de hacerlo.
Su
literatura, la del Siglo de Oro, se la apropian de la del Siglo de
Oro del Reino dé Valencia. Los grandes escritores, Ausias March,
Ramón Llull, Vicente Ferrer, Joanot Martorell, etc., nacen, uno en
Mallorca y los demás en Valencia y Gandia. La Generalitat catalana
se niega a devolver a Gandia el Cançoner de Gandia, una colección
de más de sesenta composiciones musicales religiosas de diversos
autores del siglo XVI, que fue cedido para su restauración. En
la Feria de la Cultura de Cataluña, celebrada en 1994, el periódico
del certamen presentaba como “Muestra de cocina tradicional
catalana” la Fideua, la Paella Valenciana y los Rollets de anís de
Galbís (Alcudia). El 7-10-2007 leo en un periódico de tirada
nacional que en la Feria del Libro de de Fráncfort Cataluña
presentó como catalanes a Joanot Martorell, Ausias March, las
Fallas, la paella, etc., todo era catalán.
Aragón
reclama a Cataluña que devuelva piezas de arte sacro pertenecientes
a parroquias de Aragón y que se encuentran en el Museo Diocesano de
Lleida, y a pesar de que el Vaticano ha dado la razón a Aragón,
Cataluña se niega a devolver. Baleares reclama a Cataluña el Códice
de Privilegios del Reino de Mallorca, un compendio de leyes de
la isla elaborado por orden del rey Jaume III. Un grupo de 40
municipios de Castilla y León reclaman a Cataluña que les
devuelvan las obras de arte de sus iglesias, que se encuentran
expuestas en el Museo Marés de Barcelona.
Y como
remate final del saqueo hecho por Cataluña a los demás tenemos lo
de los papeles de Salamanca, pues de los documentos contenidos en las
500 cajas entregadas por el Archivo de Salamanca a Cataluña,
catalanes, catalanes, solo son una ínfima cantidad. Cuando las
tropas de Franco fueron avanzando, Gobierno republicano, gobiernos o
juntas independientes como la de Asturias y León, sindicatos,
partidos políticos, etc., junto con sus documentos, fueron
replegándose hacia Cataluña y cuando llego el debacle final
escaparon a toda marcha hacia Francia dejando los documentos en
Cataluña. Las tropas ocupantes se incautaron de toda esta
documentación relacionándola como decomisada o incautada en
Cataluña, pero aunque decomisados en Cataluña no eran catalanes.
Pues bien, toda esta documentación, no catalana, era la mayoría del
contenido de las 500 cajas, documentos que ahora Cataluña niega a
sus verdaderos propietarios.
Me
parece que me he lanzado demasiado y basta ya por hoy.
Justo Díaz de Rábago y Verdeguer, Cullera.
Mils de comentaris com este farien falta a diari per a que la gent sàpia mes de nostra història. De pas, coneixeriem mes a l'enemic, en l'objectiu de poder enfrontar-mos millor en ell. Moltes gràcies Justo Díaz per tot lo que mos has transmitit.
ResponderEliminarMira primero en tu casa. A quien quieres engañar?
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